Los insumos deben provenir (en la medida de lo posible), de producciones responsables con la biodiversidad, orgánicas, locales, o estar hechas bajo esquemas de sustentabilidad.
Es recomendado que los centros ecoturísticos busquen convenios establecidos con productores locales responsables, reduciendo así la huella ecológica y fomentando el desarrollo de las comunidad en beneficio de todos.
Otras medidas que se pueden adoptar es el uso de materiales de la región para construir el todo o parte del conjunto de edificios. Igualmente, la cocina puede ser abastecida de productos producidos en huertas y corrales locales así como aprovechar la existencia de arboles frutales en las instalaciones.
Los centros ecoturísticos deben promover en la medida de lo posible la reducción del consumo de productos altamente industrializados, especialmente por los “empaques” que éstos generan.